Tras haber determinado que la exposición al herbicida Roundup fue un «factor importante» en el desarrollo del cáncer de un hombre, un jurado de California deberá responder ahora a la interrogante de cuál es la responsabilidad del fabricante del producto, el gigante agroquímico Monsanto.
«No es un concurso de popularidad», dijo el abogado de la compañía al jurado el miércoles cuando comenzó la fase dos del juicio.
El jurado ahora debe contestar dos preguntas planteadas por el juez del distrito federal Vince Chhabria: «¿Es Monsanto responsable de las lesiones de Edwin Hardeman?» y «Si Monsanto es responsable, ¿cuáles son los daños?».
Hardeman es el hombre de 70 años que se encuentra en el centro del caso. Asegura que el uso de Roundup durante 25 años, cuyo principal ingrediente es el polémico químico glifosato, contribuyó a su diagnóstico de linfoma no Hodgkins.
El jurado de San Francisco ahora evaluará cuánto sabía Monsanto sobre los posibles riesgos de Roundup, si intentó ocultar esos riesgos y si las latas del producto deberían haber llevado una advertencia.
El veredicto del martes fue el segundo en menos de un año en que un jurado estadounidense dictaminó que el producto era cancerígeno. La noticia provocó que las acciones del propietario de Monsanto, Bayer, cayeran, afectando al índice DAX de Alemania.
- ¿Reguladores influenciados?.
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El abogado de Monsanto, Brian Stekloff, repitió la posición de la compañía, que indica que el herbicida es seguro si se utiliza de manera correcta, citando las investigaciones realizadas entre su debut en el mercado a mediados de la década de 1970 y 2012, cuando Hardeman dejó de usarlo.
Además, señaló que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) no ha suspendido el producto ni ha requerido advertencias de seguridad «bajo múltiples administraciones».
Pero los abogados de Hardeman dicen que Monsanto ocultó las propiedades cancerígenas.
«Monsanto influyó y manipuló la ciencia» al descartar ciertos resultados a los reguladores o al pagar a los científicos para que firmen los documentos escritos directamente por la compañía, dijo la abogada Aimee Wagstaff.
La aprobación de Roundup por parte de la EPA se basó en un estudio «no válido», dijo, y «se basa únicamente en la información proporcionada por la compañía».
Wagstaff dijo que si su cliente, a quien se le diagnosticó un linfoma no Hodgkins en 2015 y demandó a Monsanto el año pasado, hubiera visto una etiqueta de advertencia sobre los riesgos de salud de Roundup, «nunca lo habría usado».
«El cáncer afectó todos los aspectos de su vida», dijo. «Se despierta cada mañana preguntándose si el bulto ha vuelto». El cáncer de Hardeman está actualmente en remisión.
Si se lo encuentra responsable, Bayer podría tener que hacerse cargo de los enormes daños compensatorios y los pagos por daños punitivos determinados por el sistema judicial estadounidense y se enfrenta a más de 11.000 juicios similares solo en los Estados Unidos.
La compañía recibió la orden de pagar 289 millones a un jardinero con una enfermedad terminal en agosto antes de que un juez redujera la cantidad a 78,5 millones de dólares, una decisión que Bayer ha apelado.
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS considera desde 2015 que el glifosato es un «cancerígeno probable», al contrario de la EPA estadounidense y las agencias europeas Efsa (seguridad de los alimentos) y Echa (sustancias químicas).